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dilluns 14 de desembre de 2009
SAHARA: el derecho de autodeterminación del pueblo saharahui
Aminatou Haidar
RAMÓN COTARELO

La penosa situación en que se encuentra España en el caso de la refugiada de hecho Aminatou Haidar, en huelga de hambre desde el pasado 16 de noviembre en el aeropuerto de Lanzarote, tiene causas mediatas e inmediatas. Las mediatas proceden del vergonzoso abandono del Sáhara en 1975 y los más de 35 años posteriores en que España ha seguido haciendo dejación de sus deberes morales frente a la población saharaui, reconociéndole de boquilla un derecho de autodeterminación que niega de forma activa en la práctica y sacrificándola a una razón de Estado de entendimiento con Marruecos que jamás ha sido tan sinrazón como está siéndolo ahora.

Las causas inmediatas proceden de la cadena de disparates administrativos y legales que han llevado a España a admitir en su suelo a una persona prácticamente secuestrada por las autoridades de su país sin que nadie se explique cómo haya podido suceder tal cosa. Esta situación convierte de hecho a nuestro país en cómplice de la ilegalidad y el atropello de los derechos humanos más elementales perpetrados por el Reino de Marruecos en la persona de esta mujer que, con su entereza moral, simboliza hoy a los ojos del mundo el derecho de autodeterminación de su pueblo.

Frente al ejemplo de la dignidad de esta activista saharahui -que recuerda la grandeza espiritual de un Gandhi en una situación similar y salvando las distancias-, el comportamiento de España hasta la fecha -recurriendo a engañifas y tratando de encontrar ambiguas soluciones diplomáticas de dudoso valor moral- puede acabar convirtiendo a nuestro país no sólo en cómplice del atropello, que ya lo es, sino en ejecutor último del criminal designio marroquí si, llevando su claudicación al límite, decide alimentar por la fuerza a la pacifista en abuso de poder y violación de su clara y expresa voluntad en sentido contrario.

La actitud de Aminatou Haidar cuenta hoy sin duda con la simpatía y el apoyo de la opinión pública española y mundial porque siempre el valor moral y la dignidad de las personas, sobre todo cuando encarnan la causa de sus pueblos, frente a la brutal sinrazón de los Estados y sus aparatos represivos ocupan un alto lugar en el corazón de los seres humanos.

España tiene, pues, una ocasión de oro de enmendar sus yerros, los pasados y los presentes, si abandona su lamentable afán de congraciarse con la tiranía marroquí (que, en el colmo de la desfachatez, despoja arbitrariamente a una persona de la ciudadanía que, sin embargo, le forzó a aceptar en contra de su voluntad). El Ejecutivo debe erigirse en valedor de los derechos de la activista saharaui sin imponerle ninguna decisión que ella no quiera libremente aceptar; debe reconocer el derecho de asilo de Haidar como perseguida que es en su propio país ocupado ilegalmente por otro; y debe defender su causa frente a Marruecos en todos los foros internacionales y, junto a ella, la del derecho de autodeterminación del pueblo saharahui, al que un día hace más de 30 años abandonó vergonzosamente.

Si eso no se hace así, el país entero sabrá que en esto, al menos, el presidente del Gobierno le ha fallado.

Ramón Cotarelo es catedrático de Ciencias Políticas



Una mujer sola, con sus manos desnudas y su melfa engalanada, puede más que el estado invasor y los estados cómplices, más que la cobardía española y la vesania francesa, más que el petróleo que quieren robar y que los fosfatos que ya han robado: la hidra de cien cabezas no puede nada frente a la sonrisa de Aminetu, el recuerdo sagrado de Gandhi, la protesta de las manos abiertas: caerán si la vuelven a encarcelar, y si no la encarcelan manarán rosas de sus huellas y cuando esparzan su aroma, también caerán. Rendíos: Aminetu está en El Aaiún.

Las treinta y dos batallas de Aminetu Haidar

¿Por qué Las treinta y dos batallas de Aminetu Haidar?. por Conchi Moya

El nombre de Aminetu Haidar, que nunca pierde actualidad, estuvo presente en varias de las ponencias de las IV Jornadas de las Universidades Públicas Madrileñas sobre el Sahara Occidental, que se desarrollaron este año entre el 26 y el 29 de mayo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

El espíritu de Lanzarote y el factor Aminetu fueron considerados en las conferencias por varios de los participantes como un elemento fundamental y de cambio en el conflicto del Sahara Occidental en este último año. Gaspar Llamazares, portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso, quien participó un año más en la mesa política, indicó que el caso Haidar era el factor de cambio en el último año, ya que puso en evidencia la crisis de la política del actual gobierno español de mantener el doble lenguaje del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y el apoyo a las tesis marroquíes. Esta “ambigüedad calculada” fue puesta en entredicho por lo ocurrido en Lanzarote el pasado 14 de noviembre (¿casualidad en la fecha?) de 2009, con los sucesos que destaparon la verdadera política exterior española, volcada hacia Marruecos y asumiendo un papel de subordinación al gobierno marroquí en una cuestión en la que España tiene todavía mucho que decir. Sin embargo el caso Haidar ha demostrado, en palabras de Llamazares, un aspecto positivo, la acción colectiva, comprometida, arriesgada y el apoyo de la opinión pública se convirtió en un boomerang contra ambos gobiernos, marroquí y español, y puso en evidencia su actuación y sus maniobras.

He querido reflejar estas palabras de Gaspar Llamazares, con las que estoy muy de acuerdo, y acompañarlas con las palabras de Diego Camacho (Coronel de Infantería retirado) y Fernando Peraita (presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Sevilla). Diego Camacho trabajaba en la Embajada Española en Rabat en 1990, año en que tres activistas saharauis de los territorios ocupados se encerraron en dicha embajada, territorio español, uno de ellos el conocido defensor saharaui de derechos humanos Hmad Hamad. Los tres acabaron siendo entregados a las autoridades marroquíes, pero esa es otra historia a la que volveremos algún día. Camacho animó a los saharauis y el movimiento solidario a seguir dando a conocer a la opinión pública internacional las violaciones de derechos humanos contra la población civil saharaui y los defensores de derechos humanos. En concreto habló de que deben redoblarse esfuerzos para hacerlas llegar a la opinión pública estadounidense, muy sensible a este tipo de violaciones de derechos humanos. A esto apunto yo que también sería importante hacerlo llegar a la sociedad civil francesa, muy activa en esta materia. Probablemente si llegamos a calar en la sociedad estadounidense y francesa, lograremos que presionen a sus gobiernos, no ya cómplices, si no instigadores del dictador marroquí.

Fernando Peraita, presidente de la AAPS de Sevilla y miembro activo en aquellos días de la plataforma Todos con Aminetu, reiteró que el gobierno español no fue engañado por el marroquí en el caso Aminetu, si no que fue cómplice de su deportación ilegal a España. Luego el problema se complicó porque no esperaban, como dijo Moratinos en aquella infausta rueda de prensa elevando el tono más allá de lo aconsejable, que la activista saharaui dijera no a la residencia, no a la nacionalidad española y no “al chalet” con el que finalmente, en un acto de bajeza sin igual, querían comprarla.

Pero el desastroso ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, sigue tergiversando lo ocurrido en aquellos treinta y dos días. El pasado 18 de junio se sometía en el pais.com a las preguntas de los internautas. En respuesta a una de ellas afirmaba: "La crisis más compleja que tuvimos que afrontar fue la huelga de hambre de Aminatu Haidar, ya que todas las ofertas o ayudas que se ofrecían a la citada responsable saharaui las rechazaba sin posibilidad de negociación", intentado dejar una vez más a Aminetu como una caprichosa o una cabezona empeñada en fastidiarle.

Habría que recordar al ministro que ese momento en que él lo pasó tal mal, fue provocado por su irresponsabilidad al aceptar que Aminetu fuera trasladada en contra de su voluntad y de manera ilegal, ya que le habían quitado su documentación, a un aeropuerto español. Habría que recordarle que si Aminetu aceptaba la nacionalidad española Marruecos no tendría ya ningún problema para no dejarla volver a entrar nunca más en territorio saharaui ocupado, al ser ciudadana extranjera. Habría que recordarle al señor Ministro que Aminetu, como ella misma afirmó, no quiere ser refugiada, no quiere ser española, quiere ser lo que es, saharaui. Y habría que recordarle que si a Marruecos llega a salirle bien la jugada en cualquier momento volvería a actuar igual, deportando a los defensores saharauis de derechos humanos a cualquier aeropuerto de cualquier país del mundo para quitárselos de encima.

Para combatir esa sarta de mentiras del ministro y de otros miembros del lobby pro marroquí, espero que sirva este libro, con título tomado de un artículo del escritor saharaui Abderrahman Budda, “Las treinta y dos batallas de Aminetu Haidar”, en el que intento destapar todo lo que verdaderamente ocurrió aquellos días. En él podéis encontrar la reseña biográfica de Aminetu Haidar, una detallada cronología de la huelga de hambre, los comunicados de la Plataforma Todos con Aminetu que salían de aquel cuarto del aeropuerto de Lanzarote, esclarecedores análisis de Carlos Ruiz Miguel, varios artículos y entrevistas de prensa y poemas y artículos literarios dedicados a la enorme figura de Aminetu Haidar.

Es gratuito, así que os animo a descargarlo. Porque sólo podemos combatir contra las mentiras con la aplastante realidad de los hechos.

No pudo morder la mentira la geografía inmensa de tus alas blancas”. Zahra Hasnaui



 
23 d'agost
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concepció&disseny;: miquel garcia "esranxer@yahoo.es"